02/08/2017

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La rehabilitación, que se ha alargado debido a las evidentes condiciones de deterioro de la piedra, concluirá a finales del mes de agosto.

El Palacio Municipal de Castelló de la Plana lucirá su nueva fachada "a principios del mes de septiembre después de seis intensos meses de trabajo de restauración". Así lo ha comunicado la portavoz del Gobierno y concejala de Cultura, Verònica Ruiz, tras realizar una visita a las obras acompañada de arquitectos y responsables de la restauración.

La intervención realizada en la fachada principal del consistorio, y que fue adjudicada por un importe de 402.000 euros, se está concretando en los siguientes trabajos: eliminación de todos los elementos impropios que existían en las fachadas; limpieza y consolidación de la piedra, previa preconsolidación en las zonas requeridas mediante cosido de grietas, sellado de juntas y reposición de elementos o volúmenes perdidos; sustitución del revestimiento de las fachadas laterales; sustitución de los balaustres de hormigón por otros nuevos de piedra caliza; y sustitución de ventanas y puertas balconeras con eliminación de persianas, ya que la función de protección solar la ejercerá el nuevo acristalamiento.

Así, según el arquitecto municipal que dirige la obra de restauración, Blas Jovells, actualmente se está "acabando de limpiar, consolidar y restaurar la piedra y en breve se comenzarán los trabajos de la fachada que da a la Plaza Pescadería". Además, ya se han eliminado la práctica totalidad de elementos impropios y en los próximos días se procederá a "sustituir la carpintería, eliminar el cableado y aparatos de climatización visibles, instalar la nueva iluminación y el sistema de protección contra el posado de palomas y pintar".

Por lo que respecta a la iluminación, se han eliminado los grandes focos que existían y se sustituirán por un nuevo sistema de tecnología led mucho más moderno y con elementos más discretos para poner de relieve el valor de la fachada sin alterar su aspecto. También se modificará parcialmente el sistema de climatización del inmueble, sustituyendo las unidades exteriores visibles, y se procederá a la sustitución del sistema actualmente instalado para evitar el posado de palomas por otro más novedoso y de menor impacto visual.

Si bien es cierto que el plazo de ejecución previsto era de tres meses, las obras se han tenido que alargar hasta los 6 meses "debido al avanzado estado de deterioro de la piedra que compone la fachada, ya que la restauración y consolidación de la misma debía hacerse mediante métodos que requerían de más tiempo para evitar un mayor deterioro de la misma", según explica Jovells.

Y es que la fachada principal del edificio se encontraba "en unas condiciones lamentables, debido, en gran parte, al abandono absoluto al que fue sometida por anteriores gobiernos, quienes no sólo no habían realizado labores de restauración en la misma sino que se habían dedicado a someterla a actuaciones incontroladas añadiéndole cada vez más elementos que lo único que hacían era restarle valor al conjunto arquitectónico", ha manifestado la portavoz y concejala de Cultura. "Estamos hablando de un edificio que en 2016 cumplió 300 años, declarado BIC (Bien de Interés Cultural), y que está protegido por la normativa urbanística municipal".