03/11/2015

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La alcaldesa, Amparo Marco, reitera el apoyo a esta entidad "por ser un referente en la atención a familias vulnerables".

La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, y el concejal de Bienestar Social, José Luis López, han visitado hoy las nuevas instalaciones del Banco de Alimentos en Castellón, ubicado en una antigua superficie comercial en la carretera de Borriol. El nuevo local aumenta la superficie disponible hasta los 1.300 metros cuadrados, permite gestionar alimentos perecederos e incluye espacio para oficinas que facilita las gestiones. Marco ha subrayado que "nos comprometimos a buscar una solución a la problemática de espacio con que se encontraba el Banco de Alimentos cuando nos lo trasladó en la reunión que mantuvimos el 27 de julio. Nos pusimos a buscar una solución de manera urgente y ese compromiso se convirtió en realidad ya a finales de septiembre".

Este nuevo emplazamiento es posible gracias al convenio firmado entre el Ayuntamiento de Castellón y el Banco de Alimentos por el que el Consistorio se hace cargo de los gastos de mantenimiento del local. La alcaldesa de Castellón ha subrayado que este convenio "evidencia la apuesta del Gobierno municipal no solo por reconocer la problemática de la pobreza en Castellón sino también la capacidad de actuar de una manera rápida y contundente para solucionar un problema que nos había trasladado el Banco de Alimentos a finales de julio".

Además, ha añadido Amparo Marco, "desde el Gobierno municipal reconocemos la importancia del proyecto que representa el Banco de Alimentos, que es un referente en la ciudad por la cantidad de familias vulnerables que atiende".

Las mejoras que representa el actual emplazamiento son muy significativas ya que permite una mejor gestión de los alimentos que se reparten y de todos los trámites administrativos que se derivan de la actuación del Banco de Alimentos. El local de la carretera de Borriol dispone de zona carga y descarga para grandes camiones que en el anterior local era inviable; además dispone de cámaras frigoríficas que permiten gestionar alimentos no perecederos que antes no tenían y una mayor capacidad de almacenamiento para los perecederos. Por último, también va a permitir atender las necesidad de almacenamiento que tienen entidades benéficas con las que trabaja el Banco de Alimentos.

Por su parte, el concejal de Bienestar Social ha destacado que "estas nuevas instalaciones ya han permitido mejorar la gestión del último reparto de excedentes alimentarios procedentes del FEGA, el Fondo Español de Garantía Agraria".

El Banco de Alimentos gestionó el año pasado más 1.500 toneladas de alimentos que, a través de las entidades benéficas con las que trabaja, permitieron atender las necesidades de más de 14.000 personas en toda la provincia, según los datos facilitados por la propia entidad.