12/07/2017

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Asociaciones de mujeres y el Servei d"Igualtat d"Oportunitats han aportado propuestas al documento, que incluye 274 medidas, en nombre de Castellón.

Trabajar por la erradicación de la violencia de género y machista, y profundizar en el estudio de las causas de esta lacra social teniendo en cuenta los diferentes elementos que intervienen, es el objetivo del Pacto Local contra la Violencia de Género. Hoy se ha celebrado en València la penúltima reunión de trabajo que conducirá a su elaboración y posterior aprobación, con la participación de la vicealcaldesa y concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Castellón, Ali Brancal.

El grupo de trabajo, que fue convocado por la Generalitat Valenciana en abril de este año, está compuesto por representantes de diferentes consellerias, cuerpos de seguridad, ayuntamientos, diputaciones, asociaciones empresariales, sindicales, cooperativas y de mujeres, comunidad universitaria, medios de comunicación y Administración de Justicia, entre otros sectores. Para la elaboración del Pacto se han seguido procesos participativos tanto en línea como presenciales, con el impulso de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas.

Ali Brancal señala que "Castellón ha colaborado con propuestas procedentes tanto de las asociaciones de mujeres de la ciudad como de las técnicas del Servei d"Igualtat d'Oportunitats". "El Pacto se firmará próximamente y será una buena herramienta de trabajo y de superación de la utilización partidista de la violencia de género, un objetivo en el que nos deberíamos volcar todos", explica Brancal, quien añade que "será la muestra de que políticamente, si se quiere, se puede".

Las líneas estratégicas del Pacto incluyen cinco grandes áreas de actuación que comprenden 274 medidas aprobadas. Los expertos participantes en el foro consideran que es indispensable trabajar para garantizar una sociedad segura y libre de violencia de género y machista; feminizar la sociedad; coordinar el trabajo en red para la atención de las mujeres víctimas y de sus hijos e hijas; romper los muros que hacen invisible la violencia machista, socializándola como un conflicto político y social; además de garantizar una dotación presupuestaria estable para poder desarrollar e implementar estos objetivos.