05/12/2015

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La concejala Sara Usó afirma destaca que esta actuación "ralentizará el proceso de deterioro que sufren muchos ejemplares".

Veinticinco años después el parque Ribalta se ha sometido a una poda intensiva para sanear el patrimonio arbóreo del pulmón verde Castellón. La concejala de Sostenibilidad Ambiental, Sara Usó, ha visitado esta semana los trabajos de desmochado que se están ejecutando bajo la supervisión de los técnicos municipales y ha explicado que "los trabajos tienen como objetivo prioritario sanear los árboles, evitar los riesgos de caída por el estado de pudrición interno de muchos de ellos y evitar al máximo las talas".

Usó ha recordado que la última tala de esta intensidad se remonta a 1990 por lo que entiende que "el aspecto que presenta en estos momentos el parque llame la atención". Los técnicos del área de Sostenibilidad Ambiental han detallado que "todos los cortes se han hecho dejando tira-savias de forma que se asegure un buen brote en la próxima primavera y una correcta cicatrización de las heridas". Además, todos los cortes se han protegido con pintura cicatrizando con fungicida y se ha respetado al máximo la estructura de los árboles.

Los ejemplares sobre los que se ha actuado se han cortado a una altura de 30 metros y no se han hecho rebajas fuertes de copa que perjudican los árboles. Sin embargo, advierten los técnicos, hay árboles que están en mal estado y tarde o temprano se tendrán que reemplazar. "La actuación de poda intensiva y de emergencia ha hecho, precisamente, que se ralentice el proceso de deterioro. Con las precauciones que se han tomado al podar y sanear, los árboles tendrán un brote correcto y se ha disminuido el peligro de caída de ramas y, además, las heridas cicatrizarán correctamente", ha insistido la concejala

Sostenibilidad Ambiental ha conseguido su objetivo de evitar talas en un parque tan emblemático como Ribalta con la reducción drástica del ramaje, la eliminación de elementos podridos y la eliminación de ramas en mal estado, aunque reconoce que hay ejemplares muy tocados que a medio plazo deberán reemplazarse.

La última vez que se había hecho una poda de esta intensidad fue en 1990, en que se eliminaron el exceso de árboles y arbustos y se sanearon los árboles de la madera muerta o con heridas. Desde entonces, todas las primaveras se hacen podas que eliminan las ramas muertas para evitar daños por caídas. Sin embargo, los falsos plataneros de sombra, que es la especie en la que se han concentrado los trabajos, son de una especie que se caracteriza por la facilidad de sufrir pudrimientos, especialmente cuando son viejos, como es el caso de los del parque Ribalta, que tienen al menos 80 años.

Estos pudrimientos se suelen producir por pequeñas roturas y la posterior infección por hongos, que atacan la madera y van introduciéndose en el árbol.

"A esta situación, se ha sumado que durante el año 2014 llovió muy poco e hizo bastante calor, motivo por el que los árboles sufrieron muchas y estas circunstancias propiciaron el desarrollo de las enfermedades, como son las que atacan la madera", ha afirmado la concejala de Sostenibilidad Ambiental.

La tormenta de la madrugada del 1 de agosto pasado, cuando el viento provocó la caída de ramas, permitió observar que muchas se rompían por zonas que externamente aparentaban estar bien, con la corteza en perfecto estado, pero con una sección de corona circular con el centro totalmente podrido. Esta circunstancia alertó a los servicios técnicos y, después de la revisión del arbolado, se recomendó vía informe técnico el saneamiento de los plátanos de sombra.