28/11/2016

Era el año 2003 cuando Paco Camps afirmaba en un periódico de tirada nacional que haría de Castelló la Ciutat de la Euforia y sí, crearon la ciudad eufóricamente endeudándola de proyectos sin pagar o incluso sin ejecutar. La ronda norte con un presupuesto de 7,2 millones de euros y con un sobrecoste de 3 millones más que hasta 2016 no se normalizara el pago de la deuda pendiente por las obras. El Palau de la Festa con una inversión de 7,6 millones de euros donde el 50% que tenía que aportar la Generalitat los avanzó el Ayuntamiento por falta de liquidez del gobierno autonómico de la F1. El complejo deportivo Gaetà Huguet se adjudicó por 7,1 millones de euros y la deuda de la Generalitat en julio de 2015 por esta obra era de 5,9 millones. Otros proyectos como la Fábrica Dávalos, el Centro de Convenciones, la Sede de la VIU, la Ciutat de las Lenguas, el *egaespai o Parque Castelló se quedaron en venta de humo.

Carrasco, la portavoz popular en Castelló, tan cínica como siempre, afirmaba en el pleno del pasado jueves que era de justicia que los castellonenses recibimos el mismo dinero que valencianos y alicantinos. De justicia habla la Sra Carrasco, quien dice que el consistorio hemos pagado 4,2 M de € en inversiones que no tienen que ver con el Ayuntamiento olvidándose del que dice la ley respecto al mantenimiento de nuestro patrimonio. Ellos saben bastante de cómo no cuidar nuestro patrimonio...

Nos tildan de no ser reivindicativos. Se olvidan de los 24 años de desgobierno valenciano que ha provocado desigualdades enormes entre la ciudadanía. Se olvidan de que dejaron una deuda de 115 millones a base de grandes proyectos sin pensar en la ciudadanía. Hablan tan sólo de inversiones y grandes proyectos. No conocen otra forma de gobernar. No se dan cuenta que llenar la ciudad de grandes proyectos que a veces se quedan sin utilizar y que no son necesarios para los ciudadanos ya no es nuestra manera de gobernar.

Nosotros, reivindicamos, pedimos, luchamos y nos esforzamos para que el día a día del ciudadano de Castelló sea mejor, porque la calidad de vida aumento, porque los niños tengan mejores instalaciones, porque los más desfavorecidos puedan echar adelante, porque nuestra ciudad tenga vida… La transición de la ciudad de la euforia a la ciudad para la ciudadanía.